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dijous, 13 d’agost del 2015

Patrimonio da el visto bueno al derribo del interior de la galería Prats

Notícia de Blanca Cia apareguda a "El País" a: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/08/11/catalunya/1439320257_977870.html

Interior de la galería Joan Prats, diseñada por Sert, tal y como estaba hasta finales de julio. Foto: Consuelo Bautista

El catálogo no protege el diseño del comercio que realizó Sert en 1976


Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona ha dado el visto bueno al derribo —ya ejecutado— del interior de lo que fue la galería Prats, en la Rambla de Catalunya barcelonesa, una intervención realizada en 1976 por el prestigioso arquitecto Josep LLuís Sert. El informe, que da vía libre a que se reanuden las obras iniciadas por una marca internacional de sport wear y relojes Nautica, asegura que las obras no interfieren en los únicos elementos protegidos en el catálogo de Protección de los Establecimientos Emblemáticos de la ciudad que son dos: los elementos exteriores de la fachada y las puertas de dos armarios.

Lo que protege el citado catálogo, que forma parte del Plan Especial de Protección y Potenciación de la Calidad Urbana aprobado inicialmente en marzo de 2015, es exclusivamente los elementos de la primera vida del establecimiento que desde la década de los cincuenta del siglo pasado y hasta 1976 fue la Sombrería Prats: del exterior el frontis de granito negro con la chapa con el nombre del establecimiento y los plafones de vidrio y del interior, las puertas de unos armarios del subterráneto procedentes de la antigua tienda que abrió en 1845 en la calle Ferran. La ficha del catálogo hace mención, en el apartado de datos históricos del establecimiento, que en 1976 el entonces propietario, Joan de Muga —amigo de la familia Prats— abrió la galería de arte Joan Prats manteniendo la fachada. Y añade:”El arquitecto J. Lluís Sert, amigo de la familia Prats, que acababa de terminar la Fundació Miró de Barcelona, se encargó de la reforma del local que incluyó la modificación del nivel de la planta baja”. Esa morfología que dio Sert al establecimiento no se ha protegido por el catálogo que incluye la antigua Prats en el nivel 2 que supone la conservación parcial de los elementos de interés.
Del tenor del catálogo, se deduce que a sus autores —técnicos municipales y profesionales externos, según precisaron portavoces municipales— la intervención de Sert no les pareció de interés suficiente como para garantizar que se preservara en un futuro. Criterio que no deja de extrañar a expertos en la obra de Sert y conocedores de su valor patrimonial.
De ahí que los actuales arrendatarios del negocio, la multinacional Naútica, no dudó en entrar y derribar todo el interior después de enviar un comunicado diferido para realizar obras menores que fue admitido por el ayuntamiento el pasado 27 de julio. Pese que los técnicos municipales aseguraron que las obras se ceñían al interior y no se tocaban los elementos protegidos por la ficha del catálogo, el ayuntamiento optó por paralizar los trabajos el pasado lunes y quePatrimonio realizara un informe. Éste concluye que no se ha cometido ninguna irregularidad y que no se ha tocado lo que está protegido: “las actuaciones que se proponen comportan el derribo de algunos tabiques para mejorar la funcionalidad, la creación de una rampa para salvar el desnivel y la retirada y posterior reposición del falso techo para mejorar las instalaciones”. Esos elementos que configuraban el espacio fueron precisamente los diseñados por Sert y ya no existen.
Lo paradójico de este caso es que la anterior arrendataria del establecimiento, la diseñadora Isabel de Pedro —que abrió su nueva tienda en octubre de 2014, tres meses después del cierre de la galería que se trasladó a Balmes— no pudo tocar absolutamente nada del interior. Ni siquiera abrir una ventana porque así se lo indicaron técnicos municipales. Ella se vio obligada a mantener la estructura de niveles y separaciones de espacios que diseñó Sert.
El consistorio argumenta que ello fue así porque en el momento en que la diseñadora arrendó el local estaba vigente la suspensión de licencias de obras y actividades que se había ordenado en marzo de 2014. Hasta tal punto que ni siquiera pudo cambiar la licencia de actividad y tuvo que continuar con la anterior de galería de arte y combinó los diseños de moda propios de su negocio intercalándolos con obras de arte. La suspensión de licencias es el instrumento que utiliza la administración para tener tiempo de redactar el documento que establezca el nuevo marco jurídico. En este caso es el catálogo que fue aprobado inicialmente en marzo pasado y que ha estado dos meses en exposición pública y ahora permanece pendiente de la aprobación definitiva. Lo sorprendente es que la galería Prats ha tenido el máximo nivel de protección solo mientras duró la suspensión de licencias, cuando el local estaba alquilado por Isabel de Pedro, ya que ni el anterior marco legal de Patrimonio ni el actual han tenido en cuenta el diseño de Sert.
Blanca Cia

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